12 dic 2010

Ignore the smoke

Moléstame, moléstame cada día, cada noche, cada segundo de mi maldita existencia, porque si aún estoy con vida es por albergar la única llama que el aliento del orden no puede apagar, la que me enseñaste aquella vez, hace tantos años y quedó sellada en el hueco que antes ocupaba mi alma antes de entregársela al demonio helado de tu interior.

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